Cada año, se talan más de 13 millones de hectáreas de bosques en todo el mundo, lo que trae consecuencias que son irreversibles y afectan directamente el cambio climático.
Las cuatro principales consecuencias de la deforestación:
Cambios en el suelo:
- Pérdida de nutrientes en el suelo que se derivan de la descomposición de las hojas de los árboles.
- Mayor erosión del suelo por viento y lluvia.
- Aumento de las inundaciones por falta de absorción de agua por parte de los árboles.
- Disminución de la capacidad para soportar otras plantas debido a la pérdida de nutrientes.
Pérdida de biodiversidad:
- Los animales y plantas que no pueden crecer fuera de un entorno forestal se enfrentan a la extinción.
- Disminución de fauna y flora.
Cambio climático:
- Aumento de los gases de efecto invernadero (como el dióxido de carbono) presentes en el aire cuando los árboles no están disponibles para absorberlos.
- Aumento de carbono en el aire por la quema de árboles.
- Disminución del enfriamiento de la tierra por evaporación del agua en los bosques.
- Calentamiento Global.
Impactos en los seres humanos:
- Disminución de la disponibilidad de leña para cocinar y calentar.
- Disminución de las zonas frescas en el hábitat.